terça-feira, 18 de janeiro de 2011

No sé el porqué de mi desprecio por el mundo. No me acuerdo exactamente cuándo, dónde y cómo comenzó. O si siempre ha estado conmigo…
Muchas veces me pregunto si el problema es mío o se es del mundo.
La mayoría de las veces concluyo que el problema es mío.
Creo que he pasado demasiado tiempo sola. Pensando. Conspirando. Vagueando en ilusiones. Alucinaciones. Sobresaltos dementes.
Cuando estoy sola soy tantas personas que me pierdo en cada una de ellas. Y cuando tengo que afrontar el mundo ya no sé cómo funcionar. Ya no sé quién soy realmente. Si soy lo que soy junto de las otras personas o se soy lo que soy cuando estoy sola.
Nadie me conoce de verdad. Yo no me conozco de verdad. Soy tantas personas que no consigo elegir a solo una. Ninguna de ellas me parece a ser viable.
Podía ser sólo una. Pero es que no consigo mantener el padrón de una única personalidad. Me canso muy rápido de ser lo que soy y de todo lo que consigo ser.
Todo es tan equívoco. Tan confuso que nunca sé cuándo estoy despierta o cuando estoy teniendo una pesadilla. Muchas veces no me acuerdo de como he llegado aquí. Donde estaba antes.
Otras veces pienso que sólo he creado mis extrañezas para hacer mi vida interesante. La verdad es que me cansé de la vida. Que estoy aborrecida.
El cansancio y el aborrecimiento pueden crear muchos dilemas. Maniobras de diversión. Mis días son todos tan iguales que me pierdo en su final y en su comenzo.
He inventado los oscureceres y los amaneceres. Los rituales. Siento que estoy encarcelada en el mismo día hace meses. Años…
Mis heridas por salar continúan las mismas. Mi frío continúa el mismo. Mi apatía no se ha cambiado.
Mientras tanto, todo lo que ocurrió delante de mis ojos… Todas las imágenes que mi mente ha asimilado… donde estuve…Las ideas que me intentaron transmitir… Las teorías. Las religiones. Los conceptos. Las reglas. Las órdenes que me han dado. Filosofías que me comunicaron. Nada se quedó en mí.
Lo siento.
Y la misma canción que toca incesante sólo me deprime un poco más...

Sem comentários: