No hay cielo o infierno en tus ojos.

El viento del sur me dijo que los días y las noches se hicieron muy pequeños para que los toques con tus manos.

Hay veces las que he intentado fingir las cosas que siento y la misma melodía siegue sonando siempre.

Y yo que soy todavía tan joven me siento tan vieja en estos días en los que el tiempo me habita.

Pero en tus ojos el tiempo no habita más.

Me pregunto si lo sabes…

Me gustaría preguntarte. Me gustaría decirte todo lo que nunca te dije…

Pero tú habitas ahora el reino del silencio.

Y cuando yo pienso que estás muy cerca…ya te has marchado.

¿Te acuerdas de las horas en las que palabras fueran nuestras murallas?

Creo que después del día en el que te fuiste todas las palabras se han borrado.

Como un cuerpo consumido que no puede más reconocerse.