Hay días en los que no me resulta despertar.
Hay días en los que no siento nada del mundo.
Hay días en los que las horas son tan solo pedazos de dolor.
Hay días en los que el aire es un derroche.
Hay días en los que las puertas se quedan cerradas. Y yo no quiero que se abran.
Hay días en los que vivir es una inutilidad.
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